¿Cómo lo llevas? ¿Con resignación? ¿Estás que te subes por las paredes? ¿A ratos mejor y a ratos peor? ¿Qué sientes?
A veces no tenemos tiempo para pararnos a pensar en todas estas cuestiones, pero siempre hay un momento al cabo del día en el que “nos sentimos”. A veces puede asustar, pero siempre está bien porque si no sabemos ni cómo estamos tampoco podemos saber qué podemos hacer para cuidarnos y sentirnos mejor.
Cuando ocurre una catástrofe, en cuanto cesa el caos a nuestro alrededor y podemos empezar a valorar cómo nos hemos quedado, se inicia el proceso de afrontamiento, que será diferente en cada caso en función de los recursos con que contemos y otros factores. Pero se avanza hacia la restauración o hacia una nueva vida asumiendo las consecuencias de lo sucedido. Lo que hace peculiar lo que estamos viviendo es que la mayoría de nosotros no habíamos experimentado antes una situación en la que la catástrofe se mantiene en el tiempo, desde hace ya un año ya, y aunque por lo menos hay perspectivas, no vemos el fin.
Esto genera un estado de alerta permanente, pues no podemos bajar la guardia y debemos mantener las medidas de protección, no solo para protegernos a nosotros, sino también a nuestros seres queridos y a toda la sociedad. ¡Menuda responsabilidad!
Y nos vemos obligados a asumirla todos sin excepción, independientemente de nuestra edad, género, situación socioeconómica o capacidad física y mental. La situación exige toda una serie de respuestas, de acciones por activa o por pasiva que en ocasiones pueden sobrepasar nuestra capacidad de resistencia, es decir, nos estresamos.
A partir de ahí, los síntomas y consecuencias que se deriven del hecho de estar estresados serán muy variados (ansiedad, depresión, ataques de ira, aislamiento, entre otros) en función de los recursos de que dispongamos y de nuestras circunstancias personales, pero vamos a ver a continuación unas recomendaciones para intentar aliviar el malestar que provoca este estado:
ACEPTACIÓN
Asumiendo que estamos viviendo una crisis, es normal y comprensible sentirse asustado, confundido, enfadado o triste. Si por nuestras circunstancias laborales, el nivel de exigencia es mayor, sentirnos cansados y sin ganas de hacer nada más que dormir y descansar es también comprensible y nos ayudará aceptarlo.
INTERACCIONES POSITIVAS
Mantener el trato, aunque sea por teléfono o videoconferencia con amigos y familiares nos hará sentirnos mejor. En esas interacciones es aconsejable dedicar el tiempo justo y necesario para hablar de la pandemia si es preciso y centrar el tema de conversación en intereses comunes o hechos positivos. Si dadas las circunstancias no se encuentran en el momento presente, se puede recurrir a buenos recuerdos o proyectos de futuro.
ESTILO DE VIDA SALUDABLE
Sea como sea, manteniendo las rutinas o permaneciendo en casa, hay que mantener hábitos saludables: seguir una dieta adecuada, descansar lo necesario, hacer ejercicio, mantener las relaciones con las personas significativas y dedicar al día un rato al ocio, a hacer algo por el mero placer de disfrutarlo.
ELEGIR EL MOMENTO Y LA FUENTE PARA INFORMARNOS
Limitar la información que recibimos sobre la pandemia a un momento puntual del día y procedente de un medio de comunicación creíble y confiable también puede contribuir a disminuir el nivel de estrés. Estar permanentemente expuesto a noticias, transmitidas en un tono sensacionalista que solo contribuye a alterarnos y asustarnos nos irrita aún más e impide que mantengamos la calma.
PEDIR AYUDA
Recuerda qué has hecho en otras ocasiones en las que las circunstancias te han desbordado. Y si la situación te supera o te das cuenta de que para superarla estás haciendo cosas que no te gustan, como fumar, beber o recurrir a otras drogas o conductas perjudiciales para tu salud, pide ayuda cuanto antes. Espero que te hayan resultado útiles estas recomendaciones, si tienes cualquier duda o quieres que te ayude, escríbeme: n.albinana@cop.es
Referencias: Organización Mundial de la Salud (2020) Orientaciones técnicas. Recuperado de: https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/200762-coping-with-stress-during-the-2019-sp.pdf